La bondad
conoce la hiel
del mal,
ha ardido en su sed,
ha temblado
acurrucada sin alivio
en su frío.
Ha pasado mil noches
sin luna,
con una roca
por almohada,
en el calabozo
del olvido.

Acaricia con sus ojazos de gacela
dicen,
que en su mirada
la lluvia, curó sus penas.
Camina con pasos largos
dicen,
que estira así, sus piernas
por lo corta
que fue la cadena.

Canta con su garganta
de jazmín,
su voz
conforta
a la madre tierra.

Bondad,
es la suavidad de la fuerza.
la calma,
luego de la tormenta
la seda,
tras la piedra.

Bondad,
es tu esencia,
ese amor
inevitable
que,
una vez encendido
se va propagando,
y va ocupando
valles
y sierras…

Va ocupando
tu sonrisa
el timbre de tu voz
y tu mirar.
Va ocupando
tu pensar
y cada palabra tuya
confrontes o animes,
la pronuncia
su callar.

Bondad
es tu origen,
raíz,
ascendencia,
es consciencia
de Dios
en ti.

Bondad,
es,
ese otro nombre
de tu
luz.
Que
se entrega,
que no se rinde,
como si supiera
que
cada
grano
de
arena,
cuenta.