Vivir sin excusas
es vivir con poder.
No hay poder mayor que el del sentido…

Se puede vivir de mil formas
¡pero no sin sentido!

Elijo asumirme,
no como deber
sí como derecho.

Hacerlo con mimo,
uniendo la caricia, al cincel
llevando la paz, al suspiro
trayendo el farol, a la noche
y el beso al lirio.

Mimo es amor
que mueve montañas,
es ternura fuerte
canción de lluvia
mirada mansa
tesón.

Mimo es aceptación
esa fluir del río
de pasar por cada roca
sin resistencia.
Mimo es faro, timón
consciencia.

Fracasar con mimo,
es errar sin quejarme, sin culparme,
decepcionarme
esconderme o renunciar.

Es no culpar a la mala suerte
no perder el poder,
dejar al destino en paz,
saberme destino, autor, principio y final.
Vivir el desamor con mimo,
es escucharme, si me olvidan
ahondar en mi, si no me entienden
llevar la verdad en cada arteria, si me mienten
recogerme, si anochece.

Con mimo acabo por amarme, sin condición
y me envío cartas incendiarias de amor
al nacer el sol
sin pluma, ni papel
sin rubor,
y beso el sobre
suelto las alas
rumbo a una hija de Dios.

También triunfo con mimo
triunfar es dar
logar y dar
saber y dar
amar y darse.

Triunfar es agradecer la lluvia y el sol
ver la mano tendida
ser la mano por tender.
Es atrapar el milagro
liberar la caricia
disculpar el error
amar y seguir amando
hasta disolver el último temor.

Triunfar es mandarme cartas incendiarias de amor
al nacer el sol
sin pluma, ni papel
sin rubor,
besar el sobre
soltar las alas
rumbo a todos,
y en cada uno
a Dios.